Gen Z y el nuevo ADN del liderazgo
- vdiaz574
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Algo está cambiando en las oficinas, coworkings y salas de juntas: la Generación Z ya no solo está entrando al mundo laboral… está empezando a liderarlo. Y con su llegada, el concepto tradicional de liderazgo se está transformando de forma radical.
La Gen Z —nacida entre finales de los 90 y principios de los 2010— creció en un mundo hiperconectado, diverso y en constante crisis (económica, ambiental y social). Esto ha moldeado una generación con una conciencia social más desarrollada, mayor sensibilidad emocional y una fuerte necesidad de autenticidad.
¿Qué significa esto para el liderazgo? Que el estilo autoritario, jerárquico y centrado solo en resultados ya no encaja.
Hoy, esta nueva generación exige (y practica) un liderazgo más humano, horizontal y colaborativo. El líder que inspira ya no es el que “lo sabe todo”, sino quien sabe escuchar, adaptarse y guiar con empatía. Alguien que reconoce la diversidad como fortaleza, que promueve la inclusión, que se preocupa genuinamente por el bienestar del equipo y que no teme mostrar vulnerabilidad.
Además, los líderes Gen Z valoran el propósito. No basta con alcanzar metas: hay que entender para qué se trabaja. Quieren proyectos que generen impacto real, donde las decisiones empresariales estén alineadas con valores éticos, sostenibles y humanos.
Y por si fuera poco, traen un chip digital integrado. Aprovechan la tecnología no solo como herramienta, sino como puente para conectar, innovar y transformar. Esto los vuelve ágiles, informados y con la capacidad de liderar equipos globales desde cualquier rincón del mundo.
En resumen, el nuevo ADN del liderazgo no es rígido ni vertical. Es empático, consciente y transformador. Las empresas que deseen seguir siendo relevantes tendrán que adaptarse, porque la Gen Z no vino a encajar en el sistema… vino a reinventarlo.
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